Revista Multidisciplinaria Perspectivas Investigativas
Multidisciplinary Journal Investigative Perspectives
Vol. 4(Especial educación), 22-31, 2024
Innovación pedagógica a través del desarrollo profesional docente: Impacto en la calidad educativa
Pedagogical innovation through teacher professional development: Impact on educational quality
Verónica Mireya Ron-Barahona
Nancy Elizabeth Sosa-Caiza
Mónica Vallejo-Quintanilla
Liliana Verónica Sanmartín-Chamba
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INTRODUCCIÓN
En el ámbito educativo contemporáneo, marcado por la diversidad cultural y los retos de la
globalización, la interculturalidad en el aula se posiciona como un modelo para la construcción
de comunidades de aprendizaje inclusivas y dinámicas. Este concepto trasciende la simple
coexistencia de culturas para convertirse en un proceso activo de diálogo, interacción y
reconocimiento mutuo, donde los estudiantes desarrollan competencias culturales, sociales y
emocionales necesarias para participar en un mundo interconectado y multicultural
(Bustamante-Álvarez et al., 2023; Montes et al., 2023). La interculturalidad no solo atiende a la
inclusión de identidades diversas, sino que promueve un aprendizaje que fomenta la equidad,
la empatía y el respeto, elementos clave en la formación de ciudadanos globales
comprometidos con la transformación social.
Para materializar la interculturalidad en el aula, es esencial diseñar estrategias pedagógicas
que integren prácticas participativas, enfoques experienciales y herramientas digitales. Estas
estrategias permiten conectar las vivencias culturales de los estudiantes con los contenidos
curriculares, promoviendo un aprendizaje significativo que responde tanto a las necesidades
individuales como a los desafíos globales (Diaz-Quichimbo et al., 2021; Florez-Montaño et al.,
2022). La implementación de actividades grupales, el uso de redes sociales para el intercambio
cultural y la inclusión de narrativas auténticas en el proceso educativo son ejemplos de
metodologías que enriquecen la práctica docente, fomentando espacios de aprendizaje
inclusivos y orientados al respeto por la diversidad cultural.
El rol del docente adquiere una dimensión central en este contexto, no solo como transmisor de
conocimiento, sino como mediador cultural y líder pedagógico. La formación inicial y continua
del profesorado, orientada hacia la adquisición de competencias interculturales, se convierte en
un requisito fundamental para garantizar la efectividad de estas estrategias. Autores como
González-Mediel et al. (2021) y Rodríguez-Leuro (2023) destacan que un docente preparado
en interculturalidad puede actuar como facilitador del diálogo y gestor de conflictos,
contribuyendo a la cohesión social dentro y fuera del aula. No obstante, persisten barreras
estructurales, como la insuficiente formación docente, la resistencia al cambio y las
desigualdades en el acceso a recursos tecnológicos, que limitan la integración efectiva de la
interculturalidad en los sistemas educativos (Palomeque-Verdugo et al., 2023; Ríos-Cabrera &
Ruiz-Bolívar, 2020).
Este análisis también debe considerar la interacción entre las políticas públicas, los recursos
institucionales y las prácticas pedagógicas. Si bien la interculturalidad en el aula puede
desarrollarse desde enfoques individuales, su sostenibilidad requiere una alineación estratégica
con marcos institucionales y normativos que promuevan su integración como eje transversal en
los proyectos educativos. Además, la calidad educativa en contextos interculturales no solo
debe medirse en términos de resultados académicos, sino también en su capacidad para
fortalecer las competencias socioemocionales y culturales de los estudiantes, formando
ciudadanos capaces de enfrentar con sensibilidad y empatía los desafíos de un mundo diverso
(Zapata-Fernández, 2022; Valverde-López, 2010).
Partiendo de lo anterior, se fundamenta como objetivo analizar la Interculturalidad en el aula y
estrategias pedagógicas para promover el respeto y la diversidad cultural.
Marco referencial
La interculturalidad en el aula se presenta como una respuesta necesaria y urgente a los
desafíos educativos que surgen en un mundo globalizado y culturalmente diverso, lo cual,
trasciende la mera coexistencia cultural, se fundamenta en un modelo de interacción activa,
equitativa y horizontal entre diversas identidades culturales. Lejos de ser un objetivo estático, la
interculturalidad se configura como un proceso continuo de aprendizaje mutuo, diálogo crítico y
transformación social, donde el aula se convierte en un espacio para el entendimiento, la